Hotel Tuy Family Life Islantilla
Al oeste de la costa de Huelva, cerca ya de Portugal, se encuentra este Resort con salida directa a la playa. Aquí podremos encontrar todo lo necesario para pasar unas fantásticas vacaciones, tranquilas para los padres y entretenidas para los niños.
Las habitaciones son amplias. Nosotros reservamos una Master Suite, con dos dormitorios, dos baños, salón independiente con sofá, pequeña cocina y terraza; ideal para familias de hasta 6 miembros. Aunque estas habitaciones tienen vista al mar lateral y frontal os aconsejamos que pidáis una habitación alta. Nosotros estábamos en la 2ª planta y la vista estaba muy limitada por las palmeras de la piscina ( podéis verlo 3 fotos más abajo).
Espectacular el patio interior.
El complejo mima a sus clientes con un servicio de «todo incluido» que ofrece, además de bufet para las tres comidas principales, servicio de refrescos y tentempié, con gran variedad y cantidad ilimitada de comida y bebidas, en los bares alrededor de la piscina. Así, uno de nuestros gustos diarios era coger el refresco, caminar unas decenas de metros, y tirarnos en la tumbona de la playa a tomar el sol con nuestra cola fresquita.
El hotel se encuentra en un enclave privilegiado. La playa de Islantilla es de arena fina y el mar termina en el horizonte mires hacia donde mires. Uno de los privilegios del complejo es la salida directa a la playa, en la que un operario del hotel custodia un buen número de tumbonas y sombrillas al servicio exclusivo de los huéspedes del hotel. Todo un lujo. Pero no es el único.
La verdad es que desde que te levantas puedes concederte un montón de caprichos. Un buen desayuno y todo el día por delante. Además de practicar el apreciadísimo tumboning, que es pasarte horas al sol en una tumbona y de vez en cuando darte un chapuzón, el hotel tiene espacios para relajarte con amigos en un ambiente muy agradable e, incluso, camas balinesas VIP, de pago, por si te quieres dar un lujo. Dispone también de un pequeño spa (de pago aparte y horario restringido para niños) que no probamos.
La oferta de restaurantes y bares es variada:
– Buffet Albatros: Buffet de desayuno, comida y cena.
– La Taverna: Restaurante a la carta para cenas. Nos dieron un menú degustación muy interesante.
– La Cantina: Buffet Tex-Mex para cenas.
– La Galera: Snack Bar en horario muy amplio.
– Ibiza Pool: Bar de piscina.
– La Bodeguita: Raciones y tapas de estilo andaluz. De pago. No lo probamos.
– Thea’s Coffee Shop: selección de cafés y zumos naturales. De pago.
Los niños tienen a su disposición el miniclub ( hasta 12 años), y los más pequeños servicio de guardería. Los adultos disponen de entretenimiento contínuo en la piscina y de actividades deportivas. No hay Teen Club.
El hotel tiene sus propias mascotas que salen a menudo en busca de niños a quienes saludar o también a bailar a pie de piscina.
Las actividades para adultos incluyen interesantes clases deportivas dirigidas por monitores.
Como complemento al todas estas actividades, hay un gimnasio pequeño pero abierto todo el día, en el que pueden acudir los niños custodiados por sus padres. Anexa al gimnasio, una sala lúdica para niños con colchonetas y elementos de construcción blandos para que los niños jueguen cuando están a cargo de sus padres. Justo al lado hay una sala de juegos con billares, futbolines y máquinas recreativas de pago.
Nos ha parecido muy curioso (y admirable) ver como los chicos de animación dirigían actividades de ocio durante el día y se convertían en auténticos artistas en el show nocturno, interpretando musicales en directo con una calidad y unas voces más que notables. Normalmente estos musicales se alternanaban en días con otros espectáculos externos como magia, circo, etc.
Aunque reconocemos que nosotros, en una estancia de 6 días, no hemos hecho casi nada y nos hemos limitado a disfrutar del complejo y a descansar, fuera del hotel podemos planificar actividades diversas. Discurre junto al hotel un paseo marítimo de unos 3 km que nos proporciona un trayecto muy animado para pasear. En él encontraremos actividades para niños como hinchables, camas elásticas, etc (de pago). A medio camino del paseo hay un centro comercial con restaurantes y tiendas. A unos 2 km está La Antilla, otro pueblecito playero con muchos restaurantes y gran animación que cuenta, además, con una preciosa iglesia estilo colonial en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen. A unos 10 km está el pueblo de Lepe que, chistes aparte, merece una visita. En la playa frente al hotel se pueden alquilar veleros ligeros, patines, tablas de windsurf y motos de agua. También muy cerquita está la Escuela Española de Vela en la que nos podremos puntar a cursos de iniciación o perfeccionamento.