Cité de la Mer – Cherburgo
En nuestra parada en Chezburgo visitamos la Cité de la Mer, un espacio lúdico-didáctico dedicado al mar con tres visitas en una.
En el punto más septentrional de la baja normadía se encuentra la ciudad de Chezburgo, aquel puerto de gran calado que fue primer objetivo de las tropas del desembarco. Hoy, igual que antaño, es un gran puerto comercial con parada de trasatlánticos.
Con el mismo ticket tendremos acceso a tres atracciones diferentes, el acuario, la exposición del Titanic y la muy especial visita al submarino nuclear Le Redoutable.
Aunque bien pudiéramos decir cuatro en una. El hall de la estación marítima, gratuito y previo al acceso al resto de atracciones, es una exposición museo en sí, perfectamente visitable conniños y donde se puede comer en un restaurante o de bocadillos. Tanto aquí como la exposición que hay en el interior, están dedicados a la exploración del mundo submarino, en especial a todos los artilugios duseñados para tal misión, desde un simple traje de buzo hasta un submarino nuclear.
Ya dentro, un cartel indica claramente cuatro caminos. El primero hacia una atracción en la que se simulan sensaciones de la navegación por las profundidades marinas con un toque humorístico al fianal. Todo en francés, nosotros no entendimos ni papa, por lo que salimos con la sensación de que era prescindible.
En la antesala de las diferentes atracciones, un hinchable para pequeñitos, que siempre viene bien …
El acuario presenta una doble sala con la continuación de la exposición sobre la explración marina y un acuario pequeño, con un tanque principal y varios accesorios.
A continuación nos dirigimos a ver el Redouctable, una visita guiada por una grabación en español por un auténtico submarino nucluear retirado de la acción, en el que se har etirado el reactor y se mantiene todo lo demás intacto. La visita es muy interesante por lo exclusivo, aunque no aconsejable para niños muy pequeños ya que ellos no apreciarán esto y seguramente les parecerá un rollo. Con 10 años, nuestro pequeño la disfrutó, pero es que ya tiene 10 …
Por último nos dirigimos a la expo del Titanic. Se muestra una simulación a escala real de diferentes ambientes del Titanic, con un resultado sorprendente. La primera sorpresa es la sala de acceso. Una enorme sala de despacho de emigrantes y de turistas las américas (Cesburgo era puerto de salida de Europa hacia las Américas) en la que podemos acceder a los registros históricos de los viajeros que circularon por allí, simplemente poniendo un apellido en el ordenador puesto para ello. Con el apellido de mi familia hubo sorpresa …
La recreación del Titanic empieza por la popa. Mobiliario y pantallas intentan que parezca que estamos allí de verdad, saliendo del puerto de Cezburgo en aquella época. Con esto y un mínimo de imaginación realmente puedes estar allí …
Las rejas que separaban las cubiertas de tercera con las de segunda y primera clase también estaban recreadas, recordándonos la diferencia de clases tan marcada en aquella época. Gran parte de las recreaciones las reconoceremos por la película Titanic de James Cameron, lo cual transmte sensación de credibilidad en ambas creaciones.
El lujo de «primera» también está en esta expo; auténticas viviendas de lujo para pasajeros ilustres de la época, que también son recordados en los paneles informativos exhibidos, con detalles de sus puestos en importantes empresas y sobre su fecha de fallecimiento, no todos se hundieron con el Titanic. También se recuerda a los miembros más importantes de la tripulación.